Por Cecilia Reynoso
La delincuencia organizada ha condicionado las actividades y los ingresos de cientos de comerciantes y empresarios en Playa del Carmen, Quintana Roo.
Los negocios que operan en este destino turístico son extorsionados y obligados a pagar, al mes o por semana, “derecho de piso” y cuotas económicas. Aquí, todos deben entregar dinero, desde un puesto de elotes hasta un lujoso restaurante. De no hacerlo, los delincuentes causan daños en los establecimientos, agreden a los empleados y persiguen a los propietarios.
Los criminales no dan tregua: las extorsiones han crecido en los últimos años y las formas de presión para hacerlos pagar son cada vez más violentas.
Los empresarios se sienten abandonados. Tampoco las denuncias en contra de la pasada administración municipal, encabezada por la morenista Laura Beristain Navarrete, que dejó el Ayuntamiento el pasado 29 de septiembre, han servido para que los gobiernos estatal y federal intervengan, acusan propietarios de negocios consultados por Latinus.
Hoy, en Playa del Carmen nadie escapa del acoso criminal y sus impuestos. Mira aquí el reportaje completo:
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